Mostrando las entradas con la etiqueta educacion. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta educacion. Mostrar todas las entradas

jueves, 10 de septiembre de 2020

San Miguel Totolapan y la educación


Sobre una escuela urbana y de otra rural.

En esta cabecera municipal, como las demás de la región, la educación para niñas y niños durante la colonia estuvo a cargo de los gobiernos indígenas.
Establecida después de 300 años la primera república independiente eliminando al falso emperador Agustín de Iturbide, cuya lucha siguió entre los que soñaban conservar el poder esclavista contra los antiguos inconformes del dominio español, fenómeno que impedía entre otras cosas, la educación, hasta la etapa de la dictadura porfirista.
NOTA IMPORTANTE, a partir del año de 1887, el funcionario regional de la dictadura, titulado como "Prefecto de Distrito", frecuentemente con cabecera en Cutzamala, o Coyuca, en su informe anual notifica existencia de varias escuelas en la cabecera municipal y en otras comunidades.


EN CUANTO A LA CABECERA MUNICIPAL en 1890, cuenta con dos escuelas elementales, la de niñas y la de niños. En 1898, la de niñas registra la generación de 34 alumnas, donde se hizo famosa la maestra Valeria Sámano hasta 1903, cuyo cambio le corresponde a la maestra Modesta Rabiela, quien permaneció hasta el estallido de la Revolución en 1910, ambas coincidieron por traslado a la escuela de niñas en Pungarabato.
SOBRE LA ESCUELA URBANA DE NIÑOS se tiene noticia que a partir de 1887 ya funcionaba. Sin ignorar que la mayoría de esos niños participaban en los trabajos de agricultura, por lo que la mayoría de estos niños no concluyeran el ciclo escolar. Fue el maestro Alberto Romero el que preparó muchas generaciones durante varos años.
ESCUELA RURAL DE VALLE LUZ, según el archivo, lugar cercano a la cabecera donde el maestro Enrique Calderón fue uno de los importantes maestros en la escuela municipal de este lugar, así como el encargado de formular solicitudes al gobierno estatal para fundar en Valla Luz las novedosas escuelas rurales revolucionarias que se logró habiéndose fundado un 24 de febrero de 1930 después de cumplir la comunidad con proporcionar a la SEP el terrero y construir un edificio de la escuela llamada "Vicente Guerrero". El trámite correspondió al profesor Calderón ya mencionado, mientras que la labor comunal al comisario don Jesús Calixto, y los CC Cesáreo Montufar, Hipólito González, Anastacio M. Pimentel, Eligio Cabarrubias, Benigno Julián, Vicente Jaimes, Pedro Leonides, Anastacio Carlos, Margarito Rosales, Domingo Alejos y muchos que firmaron el acuerdo.
FOTOS, una de la puerta de entrada de la escuela "Ignacio Manuel Altamirano" en la cabecera y la antigua escuela "Vicente Guerrero" edificios que se conservan sin la adecuada reparación.
ESTO ES PARTE DE LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN TOTOLAPENSE QUE GUARDAN LOS ARCHIVOS.

miércoles, 22 de junio de 2011

Niños sin presente ni futuro

Difícil realidad enfrentan los niños de hoy, cada vez más difícil: no solo son nietos de las crisis económicas que impiden a los pobres de este país levantar cabeza desde hace 40 años, sino que, a diferencia de la generación que los antecedió, son también rehenes de la violencia del crimen… y de la disidencia magisterial del SNTE que se hace llamar democrática y combativa.
Hasta hace pocos años se pensaba que la única desgracia que padecerían las generaciones que han crecido entre crisis económicas recurrentes era que lo único que conocerían en su vida es carencias y falta de oportunidades.
Pero cuán equivocados estaban quienes pensaban que la situación no podía degradarse más, y que después volvería la esperanza, pues ahora los niños están peor: a la crónica postración económica del país por efecto de las crisis se suma la paralización económica causada por la violencia y el crimen desatados.
En los días que corren puede resultar estrujante ver a niños, pequeñas personas en formación, tirarse de un salto al piso de sus aulas a una señal convenida, pecho a tierra y las manos a la cabeza, para aprender a sobrevivir a las balaceras.
Desde finales de mayo se han organizado simulacros de sucesos violentos en 26 escuelas de las regiones Centro y Costa Grande del estado.
Hace poco, en Acapulco, dos directoras de jardines de niños fueron secuestradas, una de ellas delante de sus alumnos, por hombres armados que se introdujeron al plantel. Y es tal el temor generado entre educadoras y padres de familia por estos hechos, que diez de estos planteles del puerto ya tomaron la decisión de suspender sus ceremonias de fin de cursos.
Esta es la triste realidad de nuestros niños en estos días. Y todo parece indicar que esta realidad continuará hasta que dejen de ser niños, si es que sobreviven hasta entonces.
Por eso resulta más perniciosa aun la actitud del magisterio proclive a la suspensión de actividades escolares como único e inmediato modo de hacer frente a las desavenencias laborales o a los desacuerdos sindicales.
Al daño causado a los niños por la crisis económica, que les roba el futuro, y por la violencia, que les roba el presente, los maestros de la disidencia magisterial mal alimentan el intelecto de los futuros adultos, y los dejan indefensos ante las calamidades por venir.
Hace unos días, al presentar en Chilpancingo su libro “Por una sociedad sin clases… en las escuelas”, el maestro de la UPN José Luis Ayala señaló que el problema central del sistema educativo es la institucionalización del cinismo de autoridades y docentes.
El maestro hace una propuesta sorprendente: que la sociedad agraviada por la corrupción del magisterio trabaje por que el Legislativo tipifique como delito de lesa humanidad el dejar sin clases injustificadamente a los niños.
Argumenta que al escamotear a los pequeños su derecho a la educación, les trunca su desarrollo intelectual, mental y emocional, les roba parte de su futuro, y eso debe ser considerado sumamente grave.
Hoy puede parecernos una broma, pero llegará el día en que lo veamos desde otra perspectiva, cuando hagamos el recuento de los daños y aquilatemos la justa dimensión de la catástrofe nacional que es el sistema educativo actual.
En la presentación de su libro, José Luis Ayala parodió a un maestro de los que son casi típicos, que solo acude a su aula los jueves, pero no va a dar clases, sino a disculparse por no haber ido el miércoles, a avisar que no irá el viernes y a despedirse porque ese jueves ya se va.
.
Fuente: http://www.eldebatedeloscalentanos.com/

Otras publicaciones: