miércoles, 10 de julio de 2013

Receta de las Toqueres


Las toqueres son tortillas de maíz tierno o maduro servida con queso fresco y salsa de molcajete, famosas en la región de Tierra caliente.

Ingredientes:
- 3 docenas de elotes
- 1/4 de kilo de manteca

Preparación:

Para hacer las toqueres, se deben de escoger los elotes cuando todavía el maíz no este completamente maduro. Se rebanan los elotes y se muelen; luego se les agrega la manteca y sal al gusto. Se hacen unas tortillas delgadas y se ponen en un comal al fuego lento,  para que se doren. 

Las toqueres ya listas se les agrega salsa de molcajete y queso fresco, se puede acompañar con chocolate o leche en el desayuno.



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miércoles, 3 de julio de 2013

El compositor Néstor Pineda Maldonado

Nació el 10 de Octubre de 1948 en Santa Teresa, Gro. Hijo de Confesor Pineda Duarte y María Maldonado León. Vivió hasta los diecinueve años en su tierra natal, para ir a radicar dos años a Poza Rica, Ver., luego viaja al D.F., donde permanece hasta 1985, cuando a raíz de los sismos que sacuden la ciudad de México regresa a Santa Teresa, donde tiene su hogar actualmente.

Hizo estudios de primaria y secundaria, y posteriormente también de música en varias academias del D.F. Su carrera de compositor la inició en 1968 y 1969; la primera obra que le grabaron fue "Moneda sin Valor" en 1973, fecha en la que ya contaba con otras obras, aunque no habían sido grabadas.
Se ha desempeñado como fígaro, gestor aduanal, promotor musical y en la actualidad es productor independiente.
Entre los deportes que practica se encuentra el basquetbol, béisbol y equitación. Le gusta realizar paseos campestres y es asiduo al cine y la televisión.
Tiene preferencia por la música popular nacional y la extranjera instrumental.
La obra que le ha dado mayores satisfacciones es "Moneda sin Valor" porque a través de ella es como más se ha dado a conocer como compositor, y por el éxito que sigue teniendo esta canción.
Entre los reconocimientos recibidos, los que recuerda con mayor cariño son, el Diploma como Hijo Predilecto de su pueblo natal en 1985. Diploma como compositor y cantante en el Reclusorio Oriente en 1976. El trofeo que recibió en 1976 por su canción "hijo Ingrato", y el homenaje que le hicieron en la plaza de toros de Cd. Altamirano, Gro.
Una de sus anécdotas que recuerda se refiere a su presentación ante un conocido Director Artístico de una disquera, a quien le llevó una grabación de algunas de sus obras. Después de escucharlas le dijo que mejor volviera cuando compusiera canciones como las de José Alfredo Jiménez. En lugar de desanimarse, se retiró a lograr mayor calidad en sus composiciones. Esto le sirvió de aliciente en lugar de desanimarlo.

Esta es una de sus grandes satisfacciones, que gracias a ello continúa hasta la fecha como compositor, profesión a través de la cual ha conocido mucha gente, seguro también que su obra quedará latente durante muchos años.


miércoles, 19 de junio de 2013

La magia e historia de una fiesta milenaria "La Candelaria"

Una de las tradiciones mas antiguas conservada en la región de Tierra Caliente es, sin duda, la fiesta de La candelaria celebrada cada 2 de febrero en el pueblo de San Lucas.

Año con año se han presentado en este lugar, visitantes procedentes de muchos puntos de la región e incluso de fuera de ella. En esta fecha el entusiasmo se enciende, se contagia y se hace grande; los peregrinos manifiestan alegría, comparten entre si su mística devoción religiosa y el ambiente se anima.
La multitud que se congrega produce un bullicio semejante al de una gigantesca y fenomenal colmena. Es un movimiento que llega desde muchas partes para encontrase en un punto en común y causa ensordecimiento o asombro, pero jamas pasa inadvertido pues se le recuerda todo un año hasta el siguiente 2 de febrero.
La fiesta en esta localidad se realiza desde hace mas de doscientos años, cuando las comunidades indígenas eran tan pequeñas que escasamente llegaban a cientos de habitantes en cada pueblo, aunque para fines del Virreinato la población tenia ya mucha fe en la religión que les instruyeron los frailes. Por lo escaso de la población  la celebración del 2 de febrero se hacia con la llegada de pequeños grupos de San Lucas, pero con el transcurso del tiempo, la incesante presencia de la Virgen de San Lucas y el aumento poblacional, esos pequeños grupos se convirtieron en impresionantes ríos de gente.
Hasta el momento, el mas antiguo testimonio sobre esta vieja tradición de La Candelaria, se encuentra en un documento fechado el 27 de febrero de 1885, localizado en los archivos de la iglesia de San Lucas. Las razones, expuestas en este texto detallan que en San Lucas "desde hace algunos años los indios lugareños se han dedicado a cometer el desacato de colectar limosnas" y otros beneficios, "sin autorización ni orden. 
Hasta San Lucas llegaban grupos de familias procedentes de diferentes puntos; arribaban dueños de los ranchos de Tiringueo, La Estancia, Los Limones, Corral de Angao y La Quiringucua; de las haciendas de Saibas Altas, Monte Grade, Tacupa, Querutzeo y Characharando, entre otras. También arribaban desde Huetamo, Turitzio, Comburindio, Pungarabato, lo mismo ocurría de los pueblos de las partes del Estado de México  como los municipios de Tlatlaya, Amatepec, Tejupilco, Temascaltepec, Zacasonapan, Otzoloapan, Luvianos, Santo Tomas de los Plátanos y Valle de Bravo. La fiesta de la Candelaria recibía gente de grandes y pequeños pueblos de Tierra Caliente.
Las crónicas señalan que algunos miembros de esta alcurnia llegaban en grupos, luciendo lo mejor de sus equipajes, lujos y ajuares con monturas finas ricamente enjaezadas. Los hombres montaban sillas charras mientras las mujeres montaban a "mujeriegas", esto es, con una pierna cruzada al frente, sobre albardas que tenían chapetones de oro y plata. La travesía  dado lo defectuoso de los caminos, a veces se volvía difícil aun para quienes hacían el viaje sobre animales. Había familias o grupos de familias que hacían juntas el viaje, aunque fueron muy diversas las formas de tomar el camino de San Lucas; llegaban a pi, en burros o carreteras, durante la procesión era común mirarles entonar sus destemplados pero sinceros cánticos religiosos.



Estos fueron los viejos tiempos en que, unidos por la religión durante la fiesta y ante la Virgen, aparecía la transitoria mezcla de indígenas y mestizos, todos hermanados por la idea del perdón  la misericordia y la presencia del sacerdote de la parroquia de Huetamo, que llegaba a oficiar la misa, como se hacia desde antes del reconocimiento oficial de La Candelaria en San Lucas. Pero mas emocionante aun era que al termino de la misa se soltaba la algarabía producida por bandas con varios instrumentos y tambora, ademas de conjunto de violines y guitarras. También aparecía el conjunto de la chirimía  música prehispánica producida por un tamboril de unos veinte centímetros de alto con dos parches de cuero de cabra, uno por cada lado, que se tocaba con dos bolillos de madera. Este pequeño tambor era acompañado por una flauta de carrizo de unos treinta o cuarenta centímetros  un conjunto musical, herencia ancestral, manifestación de una música autóctona que se negaba a desaparecer.

Ella se convirtió y se extendió hasta el presente como la cita anual de una familia de parentesco ancestral, cuyo origen se pierde en lo profundo y oscuro de las cavernas del tiempo, desafiando la imaginación; es una mística conservada por la voluntad espiritual que con grande fuerza sus dueños la hacen llegar hasta nuestros días  como si se tratara de una extraña "transmicion genética , pasada de generación a generación  que se renueva y crece; una herencia inspirada en el compromiso y la coincidencia. Es una practica de costumbre, convicción  respeto, resignación  fe y en suma, una ofrenda de valores a una creencia que se tiene de principal patrimonio. Quienes se congregan en esta fiesta, muestran tener esa cita con su destino y llegan con la precisión que ordenan los procesos de la vida.

Extracto del libro La Virgen de San Lucas - Su historia, autor: Viliulfo Gaspar Avellaneda. Editorial Garabato.
Contacto: garabatoeditorial@live.com.mx
Tel: (01 55) 55614231 Cel: (045) 5521998871

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